Tu me das lo que a ti te gusta y yo te doy lo que a mi me gusta
Bueno el Mundo homosexual el que es mas jovencito -13 a 17 años goza del sexo al máximo, porque están en su máximo esplendor, porque existe el Internet como herramienta para conocer a chicos de su misma edad o mayores de 18 a 23 o mas adultos, en fin, como la vida es única y los días avanzan así como los años, el final es muy triste de estos homosexuales.
Es que no tienen experiencia, solo ven el momento, ven una cara y rostro bello ahí se suma el tamaño del pene, cuando estos jovencitos llaman piden whatsapp y desde ahí piden tu foto y cuanto mide tu pene, dos requerimientos que el adolescente solicita, si tienes los dos requisitos están aceptado y se enamoran en el mismo momento, sin haber salido antes ni conocido antes, en fin, lo que después termina en depresión y lagrimas.
Pero yo recuerdo haber pasado ello con muy pocas personas, porque aquel entonces no existía el terrible mal del Internet, por eso me siento decepcionado de esta vida homosexual, porque todo se ha genitalizado, todo se ha convertido en placer, y a ello debo añadir que hay bastante inmaduro y bruto.
Bueno la vida del homosexual es así de dramático, solos, la edad avanza conforme los años que no perdonan, y creen que serán bien varones mas adelante, cuando es su propio autoengaño, en fin cada quien con su vida, yo diría que cada quien con su asquerosa vida estridente, algunos porque viven en barrios miserables y pobres, no tienen la dignidad de trabajar, pero si de prostituirse por dinero.
Total los que conocemos mejor el camino del ir y venir de la homosexualidad, sabemos como es este terrible mal, pero los que recién empiezan, tendrán que sufrir demasiadas caídas en lo profundo de la homosexualidad y subir, pero los años? ojo: los malos venden su cuerpo, los tontos contratan esos cuerpos, no hay autoestima, ven el vicio del placer carnal y sexual, pero no ven los sentimientos de la persona, porque los sentimientos son un tesoro único invalorable, de amar y querer con respeto, bueno queridos amigos, yo soy Jorge Luis Ramos Cusihuaman, y me despido hasta otra nueva oportunidad.
Cusco, 11 de mayo del 2018